Caminaba, mirando al suelo. En las calles el viento era como un grito de alguien que se canso de buscarse a si mismo. Acompañado por la inmensurable soledad quien acopla el ambiente tornandolo frio y casi sin oxigeno. Al intentar establecer donde me encontraba parado me di con que el suelo se separo de mi, y el grito aquel que aturdia a mi sién.. ahora no, era como una sueve nota de piano acariciando mis ambiguos pensamientos.
Estar en ese lugar tan abstruso emanaba casi como infinitas sensaciones de libertad, libertad que era expresada por el equilibrio que no hacia mas que empujarme hacia la luz.
En toda mi vida no pude sentir algo como lo siento ahora. Una inexplicable fuerza se apodera de mi mente insistiendo en que traspase la luz.
Mi ego se apagó. Mi estrella me encontró. De un sueño desperté.
tenia heridas, heridas que tenian la forma de tu boca.