¿Y si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras? ¿Y si soñaras que ibas al cielo y allí recogías una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano? ¿Ah, entonces qué?
El tiempo y algo invisible
Milagronacerllorarreirjugarcreceramarvivirmorirmilagro. Y es así.
3/23/2012
Una vieja historia decía...
Un caballero medieval asistía a un curso en la escuela local donde enseñaban a matar dragones. Muchos otros caballeros jóvenes asistían también a esta clase especial, impartida por Merlín el mago.
Este caballero acudió a Merlín el primer día para decirle que probablemente no le iría bien en el curso porque era un cobarde y estaba seguro de que se sentiría demasiado asustado e inepto para ser capaz de matar un dragón. Merlín dijo que no necesitaba preocuparse, porque había una espada mágica de matar dragones y se la iba a dar a este joven caballero cobarde. Con semejante espada en la mano, no había manera de que alguien pudiera fracasar en matar cualquier dragón. El caballero estaba encantado de tener este apoyo mágico oficial con el que cualquier caballero, no importa lo inútil que fuera, podría matar a un dragón. Desde la primera expedición, con la espada mágica en la mano el caballero cobarde mato dragón tras dragón, liberando a una doncella tras otra.
Un día, cuando se aproximaba el final de curso, Merlín puso un examen sorpresa a la clase a la que asistía el joven caballero. Los estudiantes tenían que ir al campo y matar un dragón ese mismo día. Con la agitación, mientras todos los jóvenes caballeros salían a probar su temple, nuestro caballero agarro la espada equivocada del estante. Muy pronto se hallo junto a la boca de una cueva de la que tenia que liberar a una doncella prisionera. Su raptor, que respiraba fuego, salio corriendo al encuentro con el caballero. Sin saber que había tomado el arma equivocada, el joven caballero desenvainó su espada preparándose para aniquilar al dragón que le embestía. Justo cuando iba a asestar el golpe, se dio cuenta de que había agarrado un arma que no servia: no era ninguna espada mágica, sino simplemente la típica espada corriente, adecuada solo para buenos caballeros...
Era demasiado tarde para parar. Abatió la espada corriente con un giro adiestrado de su brazo y, para su sorpresa y deleite salió volando la cabeza del dragón.
Al volver a la clase, con la cabeza del dragón ceñida a su cinto. espada en mano y doncella a remolque, corrió a contarle a Merlín su error y su inexplicable recuperación.
Merlín se rió y cuando oyó la historia del joven caballero. Le dijo: < Pensaba que lo habrías adivinado ya, ninguna de las espadas es mágica y ninguna de ellas lo ha sido nunca. La única magia radica en crecer >.
3/18/2012
Ciento tres grillos y oscuridad,
estrellas que nadando van
en riveras celestes
repletas de ambigüedad
turbias aguas, austeras.
Nodrizas risueñas sueltan su resplandor.
Adormece la calma, reviviendo falacias
Estalla el silencio, junto con la luna
Tu aire, seco grita mi voz.
Ecos que suenan sin parar,
humos fieles bailan al compás,
sienten el ritmo y se dejan llevar
dibujan su rumbo en recovecos noctámbulos
bien paridos, austeros.
Soy sueño y desvelo.
Crisis y armonía.
Vos sos cielo y verdad, pues tu recuerdo
renace en instantes eternos.
Lucas M. Benitez. "Una brisa falaz" .-
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