
mi voz seguia ahi al igual que yo.
Dos veces me llame, pero no respondi,
quizas porque no existia el tiempo...
no habia reacción por parte de "MI-YO".
Me sentia fresco, como cualquier domingo por la tarde...
una brisa me acompañaba, los pajaros cantaban,
admiraba toda grandeza de mi alrrededor.
Podia salirme de "MI-YO" y ver con unos ojos que llevo en cada mano
y observo, caigo preso de la implacable virtud que Dios le dio a toda creación.
La virtud de "Sorprender", las miles de cosas ahi presentes estaban ahi, nose si podian verme como yo a ellas, pero estaban y estaran cada vez que quiera contemplarlas ahi estaran.
¿Porqué nadie puede verlas? Olvidaba recordarme que el vivir es habito y el habito costumbre. El sol solo sale para que ellos despierten y asi hacer lo que un dia supe que no haria jamas.
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