El capitán lo mandó a buscar y le dijo: "¿Quien eres y cuál es tu patria?" El otro declaro: "Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magrebi". El capitán le pregunto: "¿Que te trajo a Persia?" El otro opto por la verdad y le dijo: "Un hombre me ordeno en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahi estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfajan y veo que esa fortuna que prometió deben ser los azotes que tan generosamente me diste".
>> Ante semejantes palabras, el capitán rió hasta descubrir las muelas de juicio y acabo por decirle: "Hombre desatinado y crédulo tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un reloj de sol, después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, engendro de una mula con un demonio, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfajan. Toma estas monedas y vete".
>> El hombre las tomo y regreso a la patria. Debajo de la fuente de su jardín (que era la del sueño del capitán) desenterró el tesoro. Así Dios le dio bendición y lo recompenso y exalto. Dios es el generoso, el Oculto.>>
(Del libro de las 1001 Noches, noche 351)
Historia Universal de la Infamia, J.L.Borges. "Historia de los dos que soñaron" (fragmento).
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